Estas hebillas o broches aparecen normalmente en enterramientos como elemento de ajuar y su carácter es doble, es decir, funcional y ornamental. Realizados en placas de bronce mediante fundición en moldes, sirven de enganche de cinturones. Constan de dos partes: la pieza macho que a través de un número variable de garfios o ganchos se inserta en la pieza hembra, formada por un alambre serpentiforme o por una lámina con una o varias hendiduras para su cierre. Ambas placas se unen al cinturón por su lado libre mediante clavos o remaches.
Hebillas tipo celtibéricas e ibérica.
Hay tres grupos tipológicos:
Tartesicos, formados por una estrecha lámina rectangular atravesada por una serie de varillas que en sus extremos terminan en garfios.
Ibéricos, de placa cuadrada o ligeramente rectangular, con un único garfio, corto y ancho, flanqueado por dos pequeñas aletas que se decoran con damasquinados de plata o grabados recreando temas geométricos, vegetales y figurativos.
Celtibéricos con un número de garfios que oscila entre uno y seis, de longitud variable y con varias variantes morfológicas.
Hebillas de cinturon realizadas en laton que puedes ver y comprar en el catalogo de reproducciones arqueologicas de http://www.arsgentum.com/
Todos ellos normalmente troquelados, cincelados o repujados con diversos motivos y acanaladuras de gran belleza y simbología, hay que tener en cuenta que eran un preciado adorno signo de riqueza y estatus social sobre todo para los hombres, aunque se sabe que las mujeres e incluso los niños también los utilizaban.
Colgante realizado en plata de 1ºLey que puedes ver y comprar en el catalogo Joyas con historia de http://www.arsgentum.com/